Lo termal de A Chavasqueira, O Tinteiro y O Muiño da Veiga ya está totalmente bajo el río, y el agua corta el camino en varios puntos.
Todo el termalismo de la capital ourensana que se asienta en la ribera derecha del río Miño a su paso por esta ciudad, está inundado totalmente y fuera de servicio. La situación con la que cerró el pasado mes de octubre, cuando ya solo eran operativas dos de las cuatro pozas más altas de Outariz, ha empeorado considerablemente por el hecho de que desde entonces ha seguido lloviendo. Este pasado domingo todas las pozas se habían sumergido en el río, el agua ya no amenazaba O Tinteiro sino que lo había anegado por completo, y de A Chavasqueira y O Muiño da Veiga ninguna infraestructura termal era visible a no ser algún cartel.
De la subida del nivel del río ya daba cuenta unos metros más abajo de la presa de Velle, el hecho de que las piscinas de Oira se hallen completamente anegadas.Ya no solo las pozas han desaparecido bajo las aguas del Miño, sino que la riada alcanza en varios puntos el camino que las une, como ya ocurre en A Chavasqueira. Río abajo, aquí empieza la señalización de los cortes en los viales.
Mayor afectación presenta ahora O Tinteiro, donde la interrupción del paso es absoluta y es preciso retornar al paseo superior para continuar camino a O Tinteiro. Las caravanas ubicadas en este espacio han tenido que recurrir a cotas más altas, y ahora se emplazan en una explanada contigua al Campo da Feira. La totalidad de las infraestructuras termales de O Muiño da Veiga están totalmente bajo las aguas del río. El paso a Outariz depende de las oscilaciones fluviales, aunque ya se adoptó la medida de cerrar al tránsito el camino en este punto.
El Tren Termal ofrece ahora inhóspitos viajes bajo chaparrones
Aún así, a media mañana de este domingo, en plena crecida amenazante del río y con las precipitaciones sucediéndose una tras otra, el Tren Termal del Concello de Ourense cumplía los horarios y hacía los recorridos de ida y vuelta ajeno por completo a la situación, a la meteorología y a la falta total de viajeros.
Al no poder traspasar O Muiño da Veiga, el trenecito conseguía dar la vuelta en este punto y aguardaba a la siguiente hora en punto para iniciar el retorno a la capital. Río abajo había hecho el trayecto por las termas con viajeros cero, y la vuelta la emprendió el conductor en solitario. Es posible que se trate de una medida con la que el Concello de Ourense quiera refrendar la confianza que tiene en el termalismo de esta ciudad. Otra cosa es el sentir de los turistas que se acerquen a Ourense llamados por una publicidad que les anima a visitar una zona termal inexistente.