Ambos están de baja y controlados, mientras que cuatro, que estaban en esos dos turnos, siguen en cuarentena; se evalúa la posibilidad de hacer los test a todo el personal.
La empresa concesionaria del transporte urbano en la ciudad comunicó al concello de Ourense que un segundo conductor dio positivo por coronavirus, por lo que de inmediato fue relevado y se encuentra de baja y controlado.
Asimismo, se encuentran en cuarentena cuatro trabajadores, tres que formaban parte del turno, y uno más, en total cuatro, a los que también se les procedió a realizar pruebas, y se encuentran a la espera de los resultados, según explica el concelleiro de Infraestructuras y Transporte, Miguel Caride, después de reunirse con el gerente del servicio de transporte urbano, José María Díaz.
En este sentido, explicaron que se está valorando realizar la prueba a todo el personal, una decisión que se adoptará después de que se cuente con los resultados de las pruebas que se realizaron a los afectos, tanto a los dos conductores que se encuentran de baja como a los cuatro en cuarentena, todo ello atendiendo a las medidas sanitarias establecidas.
Mientras, y con la intención de evitar cualquier tipo de alarma, el concelleiro y el responsable de la empresa concesionaria recuerdan que con las medidas establecidas para el uso del transporte público no existe ningún tipo de contacto entre los conductores y los viajeros, debido a las medidas de seguridad que se adoptaron desde la declaración de la situación de alerta. Así, existe una separación de unos cuatro metros entre el conductor y el primer viajero, con una zona delimitada por una cinta, además de que el acceso el autobús se lleva a cabo por la parte trasera, y todo usuario, desde el pasado lunes, tiene que utilizar obligatoriamente máscara protectora. Tanto empresa como concello aseguran que todos los vehículos son desinfectados después de cada viaje que realiza.
La empresa concesionaria del servicio de autobuses urbanos en la ciudad asegura que se está llevando un cumplimiento estricto de las medidas establecidas en la situación de alarma por la COVID-19, lo cual implica que la ocupación del vehículo solo pueda ser de un 50 por ciento de los viajeros, y el deber de utilizar máscaras de protección, acceder al vehículo por la parte trasera del mismo, y guardar las distancias de seguridad entre los viajeros.
