Y todo esto, a mes y medio de que los ciudadanos voten en las municipales.

A unos 3 meses y medio de que los ciudadanos acudan a los urnas y a mes y medio de la convocatoria de las elecciones locales, en Ourense la precampaña electoral está servida. Especialmente por lo que respecta a la fuerza que gobierna la ciudad y su alcalde, Pérez Jácome, en precampaña desde hace ya unas cuantas jornadas marcadas, sobre todo, por anuncios de elementos de movilidad vertical y rodada, sobre todo.

A la espera se han ido sumando las típicas y previsibles encuestas, que aportan en lo sustancial poco o nada nuevo: los de Pérez Jácome seguirán siendo llave y, por tanto, volverán a ser determinantes para conformar mayoría absoluta en el Gobierno de la ciudad. La que no tendrá nadie, PSOE y PP incluidos. Nada nuevo, prácticamente un copia y pega de lo que ocurrió en las municipales de 2019, salvo, como apunta alguna de esas encuestas, desaparecería del mapa político ourensano el grupo Ciudadanos y el BNG se llevaría uno más, pasando a contar con 3 concelleiros. 

Pero al contrario que entonces, ahora su líder representa un problema para los que en 2019 se disputaron la coalición con DO: Jácome resultó no ser el socio fácil de manejar, estable, fiable, confiable y duradero. Sería así para el PSOE (al menos eso parece), pero ya no lo es tanto para el PP, al menos para todo el PP: supeditado el tema a que Baltar Blanco consiga mayoría absoluta en la Diputación para gobernarla otros cuatro años, por tanto, puede ser necesario o prescindible. Todo depende de que lo necesite (como hace cuatro años) o se baste por sí solo. Como el PSOE lo sabe, Francisco Rodríguez no querrá ahora frivolizar como lo hizo Rafa Villarino con la posibilidad de permitir otros cuatro años de Baltar en la Diputación a costa de Jácome en el Concello.

De ahí que, por muchas conjeturas que se hagan e independientemente de los resultados de las encuestas que están por venir, todo se resolverá en los 20 días que transcurrirán entre el 29 de mayo (el día después de las elecciones) y el 17 de junio, cuando se constituyan las nuevas corporaciones y lleguen los nuevos alcaldes. 

 Baltar pendiente de a ver que pasa y Rodríguez más partidario del PP que de Jácome

Por lo de pronto este lunes (a poco más de mes y medio de la convocatoria electoral), el candidato del PSdeG-PSOE asumió en su primera comparecencia ante los medios de comunicación que «si hay que hacer un pacto se hace», y derivó la negociación a la posibilidad de «sentarse con Cabezas», el candidato del PP, de surgir la ocasión: «no veo mal un pacto PSOE-PP», afirmó Paco Rodríguez, aunque matizó que la decisión estaba en manos de la cúpula de los partidos. Lo que sitúa al socialista más reacio a Jácome y los suyos que al PP.

Media hora después, en la comparecencia del presidente del PP de Ourense, de la Diputación y aspirante a revalidar en el puesto, Manuel Baltar calificó de «política ficción» un posible acuerdo entre PSOE y PP en el Concello de la capital, que eliminara reeditar la coalición de cualquiera de los grupos con los de Pérez Jácome. Sin embargo, pese a señalar que «llevamos un candidato excelente», él mismo subrayó que «política se escribe con p de pacto», por lo que «siempre hay que ir con el ánimo de construir». Y que, en cualquier caso, «hay que esperar a ver los resultados», afirmó.

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