El alcalde asegura que al final de su mandato el impuesto de circulación habrá bajado un 40%.
El alcalde de Ourense, Gonzalo Pérez Jácome, confirma que durante el mandato reducirá un 40% el impuesto municipal de vehículos de tracción mecánica, que no se podrá hacer antes debido a la incertidume presupuestaria en la era post- covid19, así como el compromiso del gobierno municipal en el área social durante este año 2020, al aprobar 3 millones de euros más para poder hacer frente a las necesidades que existen y para ayudar a todas las personas en riesgo que se incrementaron por consecuencia de la pandemia.
Es por esto que este año se mantendrá la misma tasa municipal de vehículos, explica el alcalde, para anunciar que a partir de enero de 2021 se empezará a trabajar desde el departamento de Hacienda, que dirige la concelleira Fernández Morenza, en la modificación de dicho impuesto de vehículos para llevar a cabo esa rebaja del 40%, y de esa manera implantarla en los recibos posteriores a su aprobación, fijando como previsión los dos últimos años de mandato del gobierno municipal.
Ese porcentaje de reducción que se aplicará es el máximo permitido por la ley, ya que supone eliminar el coeficiente del aumento que decide cada concello.
Jácome asegura que bajar el 40% el impuesto en el concello de Ourense supondría ir al mínimo posible que permite el Estado español. En este sentido, recuerda que esta acción fue una “reivindicación histórica” del grupo de Democracia Ourensana en los últimos años, unida a la bajada del 20% del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) que ya se hizo efectiva en las negociaciones que se llevaron a cabo con el grupo del Partido Popular en el anterior mandato.
El alcalde asegura tenerlo claro y considera la rebaja del impuesto de vehículos como “algo posible y fundamental”, ya que se trata de una medida “que aumentará el censo municipal de Ourense ciudad, por ser miles las personas que están cesadas en otros municipios simplemente por ser el impuesto de vehículos mas económico”.
El alcalde espera que esta bajada lleve consigo “un retorno de censados, ya que está constatado por las estadísticas, que en los últimos 10 años muchos ourensanos se empadronaron en concellos limítrofes para pagar menos por su coche o flota de coches de empresa”.
Según Jácome, al “recuperar población censal, el concello aumentaría los ingresos que aporta el Estado por el número de habitantes, lo cual paliará la reducción de los ingresos del impuesto en sí”, indica.