En las últimas horas quedó rota la mesa de negociación.
En estos momentos, últimas horas del 8 de diciembre, los trabajadores del Servizo de Limpeza de la ciudad (servicio concesionado a la UTE Ecourense) irán a la huelga este jueves, día 9. El paro tiene carácter indefinido es decir, el servicio no se repondrá con normalidad hasta alcanzar, como mínimo, un principio de acuerdo entre las partes.
Los representantes de la UTE dieron este martes por agotada la negociación y abandonaron la mesa. Ni la mediación del alcalde de la ciudad ni las sesiones de mañana y tarde de conversaciones entre los representantes de la empresa y los de los trabajadores, consiguieron un principio de entendimiento. Estos últimos anunciaron a lo largo de la jornada haber realizado numerosas concesiones rebajando las reivindicaciones iniciales, pero ni así. La CIG confirmaba a última hora de la tarde que, salvo cambio de postura de la empresa in extremis, «podemos afirmar que el jueves, día 9, comienza una huelga indefinida en Ecourense UTE».
En tal situación, solo cabe plantearse si en las vísperas del jueves ya solo se hablará de los servicios mínimos a cubrir o si la empresa aún trasladará a los representantes de los trabajadores alguna contraoferta de última hora. Fuera de eso, no parece que quepa esperar otro acontecimiento. La parte de los trabajadores reclama un incremento salarial del 2% correspondiente a 2020 y un 0,9% en el año en curso, a abonar con carácter retroactivo, y la aplicación a la tabla salarial de 2022 del incremento que determine el del IPC de este año. En resumen, reivindicaciones de carácter económico, fundamentalmente.
El precedente del 3 de noviembre de 2010
Si a lo largo de este miércoles no ocurre algo que logre, cuando menos, reponer la mesa de negociación y un principio de acuerdo, la plantilla de Ecourense irá a la huelga a las 05:30 hs del jueves. Esta vez sí, al contrario de lo que ya ocurrió en 2018 cuando el Concello consiguió evitar la medida 5 días antes del 5 de febrero, fecha de inicio de aquella. El principio de acuerdo se logró el 31 de enero, el 1 de febrero una asamblea de trabajadores lo dio por bueno y la medida abortó.
Así que el precedente en esta ciudad es el de la huelga de noviembre de 2010, iniciada a las 05:30 hs del día 3 y que concluyó a las 2 de la tarde del viernes, 5. Aquella huelga poco duró porque la solución no se hizo esperar, una vez que se constató el respaldo total de la plantilla y lo que la medida se dejó notar en la ciudad.
El alcalde de la ciudad fija en un 45% los servicios mínimos.
Ante la convocatoria de huelga inmediata e indefinida de los trabajadores de la concesionaria del servicio de limpieza y recogida de basuras en Ourense, el alcalde, Gonzalo Pérez Jácome, firmó ayer los servicios mínimos, que serán el 45% de la plantilla actual (más el 55% restante que no se sume a la huelga). También requirió a las fuerzas del orden para garantizar el derecho al trabajo y que los piquetes de huelga sean solamente informativos.
El alcalde informa también que, en caso de necesidad, se podría solicitar la colaboración de la empresa pública TRAGSA y que, en caso de que la huelga se prolongue, estando en pandemia y bajo riesgos en materia de salud, el Concello de Ourense solicitaría la intervención del ejército, con su Unidad Militar de Emergencias. Adelanta también el regidor ourensano que a la empresa concesionaria del servicio se le descontarán de la factura todos los servicios que no sea capaz de prestar a la ciudad durante la huelga.
Pérez Jácome informa también que «seguimos manteniendo reuniones con las partes y que no cederemos a las presiones cuando lo único que ambicionan ambos bandos es mantener su actividad laboral sino simple y sencillamente incrementar sus ingresos a cuenta del erario público. «Destacó al respecto que la concesión del servicio está a punto de caducar, «y cualquier incremento hoy podría hipotecar los presupuestos municipales, que deben renovar su contrato de limpieza en 2022».