Estos recursos están distribuidos en 6 centros operativos y permitirán atender los algo más de 1.000 km de carreteras de la Xunta en la provincia.
La Xunta activó el Plan de vialidad invernal en la provincia de Ourense, con un dispositivo de 83 profesionales y más de 2.000 toneladas de fundentes para garantizar la seguridad y la movilidad en las carreteras autonómicas ante las inclemencias del tiempo. Los seis centros operativos y los medios distribuidos por la provincia para garantizar la seguridad vial en las carreteras de la Xunta ante las inclemencias meteorológicas propias de esta época del año permanecerán en servicio desde el día 1 de noviembre y hasta el próximo 30 de abril. De este modo, la Xunta opera a través de los centros y subcentros de Ourense ciudad, Celanova, Verín y A Rúa.
El Plan incluye en la provincia de Ourense un dispositivo de 46 máquinas, entre ellas, camiones, pick–up, retros, cuñas, esparcedoras de sal y extendedores de salmuera. Estos recursos permitirán la atención y el mantenimiento de los algo más de 1.000 km de carreteras autonómicas en la provincia para alcanzar condiciones de seguridad vial, especialmente en las épocas con episodios de climatología adversa. Dentro de esos 1.000 km de la red viaria autonómica en la provincia, se prestará especial atención a los casi 450 km que, por altitud, son más susceptibles de incidencias por acumulación de nieve o placas de hielo.
La Xunta viene desarrollando todos los años, entre el 1 de noviembre y el 30 de abril, el Plan de vialidad invernal mediante uno amplio despliegue de medios materiales y humanos para facilitar la movilidad en los 5.500 km de carreteras de su titularidad. El objetivo de esta iniciativa es mejorar las condiciones de circulación en la red de carreteras de la comunidad, que se pueden ver dificultadas en invierno por la presencia de fuertes lluvias, la formación de placas de hielo o la aparición de nieve. Este plan recoge medidas preventivas, para anticiparse a los percances que se puedan producir, y medidas paliativas, para reforzar la seguridad vial en situaciones meteorológicas desfavorables. Además de recoger protocolos de actuación, el plan prevé una especial vigilancia de las carreteras para detectar posibles incidencias; y la aportación de información permanente a los usuarios, a través de los paneles informativos en las carreteras, de internet y el teléfono (con la colaboración del 112 o de la DGT) o con la difusión de la situación en los medios de comunicación.
