Uno de los percances más graves fue el ocurrido en las galerías Bedoya, donde el agua se filtró por el local donde se encuentran los transformadores de electricidad de la zona centro.
Más de una decena de incidentes contabilizó este miércoles la Policía Local por las lluvias de tormenta que se produjeron a las 7 de la mañana en la ciudad. Balsas generadas por las avenidas de agua, caídas de ramas e, incluso, de árboles, atascos y apagones semafóricos fueron los incidentes que más se repitieron, en este último caso especialmente en los cruces de Ervedelo con Velázquez, Pena Trevinca con A Saínza así como en las calles Bedoia y Avenida de Buenos Aires. Según la Policía Local, la caída semafórica se fue recuperan a los largo de la mañana, y en torno a las 11 la práctica totalidad de los grupos operaba ya con normalidad.
Una de las incidencias que más peligro acarreó fue la ocurrida en las galerías Bedoya, que unen la calle Bedoya con Santo Domingo. En ese lugar, una de las compañías suministradoras de electricidad tiene ubicados los transformadores que suministran fluido eléctrico a gran parte de la zona del Parque de San Lázaro, y por ellos entró el agua filtrándose a las galerías con el consiguiente peligro que esto conlleva al mezclarse agua y electricidad. Según los propietarios de los locales allí existentes, cada vez que llueve con cierta intensidad ocurre lo mismo, algo a lo que tanto la suministradora de electricidad como Viaqua hacen oídos sordos, e incluso la delegación de Industria se desentendió del asunto haciendo caso omiso a las denuncias presentadas por los vecinos.
Por otro lado, la Policía Local de Ourense da cuenta, además, de la caída de cable eléctrico sobre la calzada en las calles Pena Corneira y Vila Real. También de la formación de importantes balsas de agua en la glorieta de Basilio Álvarez, Celso Emilio Ferreira, la típica en situaciones de este tipo de la carretera de Reza bajo el acceso centro de la Autovía, en la glorieta de A Valenzá y en Ponte Ribeiriño y la Avenida Castelao, donde también se produjeron varias inundaciones. Fueron numerosos los contenedores que el viento desplazo de sus enclaves y que fue preciso devolver a sus lugares, así como las tapas de los registros de la red de desagües que el aumento de caudales arrastró por las calles de la ciudad.