El sindicato asegura que la empresa está poniendo en circulación buses averiados desde hace años.

La CIG respondió esta tarde a la negativa de Urbanos de Ourense a acudir a la reunión de este viernes que había negociado el alcalde de la ciudad, acusando a la empresa de «nula voluntad negociadora», y de recurrir a «escusas» para echarse fuera de cualquier proceso de negociación. El sindicato recuerda que los «supuestos sabotajes» a los que alude el Grupo Avanza, llegan después de que la empresa ya se negara a negociar mientras la huelga siguiera convocada.

Ahora, este sindicato acusa a la empresa de que «está echando mano de vehículos de hasta veinte años de antigüedad que desde hace algunos presentan deficiencias», y recuerdan que este miércoles la Policía Local ya inmovilizó y multó a una furgoneta en servicios mínimos que carecía de la revisión de la ITV. En la escalada de «supuestos» desperfectos que aduce la empresa, la CIG denuncia que el comité de huelga retiró este jueves con la colaboración de la Policía Local, un autobús con rotura parcial en el parabrisas, pero «lleva así años, ya que es tan antiguo que no existe repuesto», asegura el sindicato.

El sindicato subraya que el conflicto se extenderá lo que la empresa tarde en abrir la negociación, al tiempo que reitera que el Gobierno municipal «es el responsable último del transporte urbano».

Categorías: Noticias