El alcalde quiere quitar unas 400 plazas de la ora y con ello evitar la circulación de coches buscando donde aparcar.

El alcalde de Ourense, Gonzalo Pérez Jácome, quiere plantarle cara a las altas temperaturas alcanzadas en las últimas jornadas en la ciudad. El regidor ourensano tiene la intención en primer lugar de suprimir del centro de la ciudad unas 400 plazas ORA y con ello evitar el llamado «tráfico de agitación», o lo que es lo mismo, la circulación de coches buscando aparcamiento. El alcalde considera que con esta medida se lograría disminuir el número de coches circulando por el centro de la ciudad y con ello ayudar a paliar la contaminación que esto produce y minimizar los gases que estos vehículos emiten. «En todo Ourense existen unas 900 plazas ORA e intentaremos quitar unas 400″, aseguró el alcalde. Tan solo se podrá parar para carga y descarga, con la excepción de por la noche que sí se permitirá dejar los coches aparcados. «No queremos poner fácil aparcar en el centro para que la gente use menos el coche y más el transporte público», explicó el alcalde, que recordó que también los nuevos autobuses eléctricos ya encargados y que se esperan para este invierno «ayudarán a paliar todo esto porque contaminarán menos». Otras medidas como la colocación de toldos o el uso de nebulizadores, son otras de las alternativas que, según Jácome, se están estudiando para facilitar los paseos a los usuarios de la vía pública en verano.

Otra de las medidas estrella del alcalde de Ourense para hacer frente al cambio climático es duplicar el número de árboles existentes en la ciudad. En la ciudad hay aproximadamente unos 9.000 árboles y Jácome quiere plantar otros tantos y con ello reducir la contaminación y ayudar a bajar las temperaturas, que en la ciudad estos días sobrepasan los 40º C. De echo, el alcalde posó bajo el termómetro ubicado en la zona del Parque de San Lázaro, el cual, sobre las cinco y media de la tarde, marcaba 50 grados al sol (la temperatura real fue de 43,8º grados a la sombra) y que convierte a la ciudad «en la más calurosa de la mitad norte de España», según el alcalde. Pérez Jácome anunció que para ubicar los nuevos árboles se dará prioridad a las riberas del Miño y las calles que ahora mismo carecen de vegetación, como es el caso de Alejandro Pedrosa. Para sacar adelante su plan, pedirá ayuda a la Xunta, al Gobierno central y a Europa «a través de todas las vías de financiación posibles», afirmó.

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