A la una de la tarde y ocho minutos del miércoles de Ceniza el alcalde de la ciudad Pérez Jácome, daba la orden de bajar definitivamente los llamado por él "bolardos asesinos".
Sucesos variados, denuncias, hospitalizaciones, peatones heridos y 1500 incidencias relacionadas con los bolardos del casco vello ourensano ya son historia después de que el alcalde de la ciudad, Gonzalo Pérez Jácome oprimiese a las 13:08 horas el botón con el que daba la orden de bajarlos definitivamente.
Con esto damos por finiquitado un «sistema Atroz» decía Jácome, quien añadía que «acabamos con un sistema que es mentira que sirviese para controlar el acceso», mientras el último coche, un taxi de Ourense que circulaba por la calle Santo Domingo esperaba para pasar y convertirse así en el último vehículo en hacerlo con este sistema.
A partir de ahora será la Policía Local la encargada de vigilar el acceso a la zona peatonal del casco vello ourensano y de sancionar a aquellos que no tengan autorización para acceder al mismo.
Por último, el alcalde puntualizó que los denominados por él «bolardos asesinos» se podrán subir cuando las circunstancias así lo indiquen, como por ejemplo durante un desfile o un acto programado.