lo hará con nuevas medidas de seguridad Anti-Covid-19.
La feria de Ourense retoma es viernes 17 el mercadillo, con un nuevo protocolo Anti-Covid19, y medidas estrictas para garantizar la seguridad, tanto de los feriantes como del público. Para llevarlas a cabo se contara con seguridad privada y control de accesos.
Entre las medidas adoptadas destacan la limitación de los puestos a 5 metros así como la separación entre los mismos de 2,5m, lo que casi duplica la recomendación de sanidad. Además, se ha limitado el número de puestos totales a 130 a fin de poder crear un circuito en la feria que permita hacer un recorrido seguro y ordenado en el mismo, evitando los habituales embotellamientos que se producían en el mercadillo.
También se ha eliminado una fila de puestos en todas las calles en las que se coloca la feria, a fin de aumentar el aforo, la ventilación y el espacio para los clientes.
Otras medidas acordadas consistirán en tomar la temperatura a los feriantes a la entrada del recinto y comprobar la documentación de los mismos a fin de que todos estén en regla e identificados o la hora límite para acceder a montar los puestos a las 8:45h.
Así mismo también se mantuvo una reunión previa con los representantes de los vendedores ambulantes donde se les trasladaron todas estas medidas y se pidió la colaboración de los mismos a fin de llevarlas a cabo, entre ellas también figuraba la obligación de recoger la basura.
En cuanto a los puestos de alimentación se procedió a ubicarlos de manera conjunta y separados del resto en la entrada de Ponte Pedriña a fin de mantener las medidas sanitarias.
Para llevar a cabo este dispositivo se ha pedido la colaboración del concello, Policia Local, Policia Autonómica y Cruz Roja, estos ultimos para concienciar sobre el uso de las mascarillas. Para poder acceder al recinto será necesario el uso de mascarilla tanto por parte de los vendedores como del público y todos los puestos contaran con geles hidroalcohólicos y las medias de seguridad pertinentes.
Los organizadores de la feria apuntan que en caso de incumplimiento de las normas se procedería a la expulsión de los feriantes y en caso de ser necesario se procedería a la suspensión de la feria.