El operativo de este año incorpora mejoras en materia de prevención, detección, disuasión, investigación y formación, así como en las propias medidas de extinción.
El Pladiga 2022 -Plan de prevención y defensa contra los incendios forestales de Galicia- tiene como principal objetivo en este año reducir al máximo posible -teniendo en consideración los recursos disponibles- las consecuencias ecológicas, económicas y sociales producidas por los incendios forestales. En esta línea, el documento incorpora cuatro ámbitos diferentes de planificación: prevención; detección, disuasión, investigación y medidas correctoras; extinción y formación. El Pladiga 2022 presenta una serie de novedades con respecto al año pasado, entre las que destacan las mejoras organizativas del dispositivo, la ampliación de la red de vigilancia fija, avances tecnológicos y nuevas funcionalidades en la lucha contra el fuego, el impulso a la Unidad de Investigación de Incendios Forestales (UIFO) o la actualización de las parroquias de alta actividad incendiaria.
En relación con el primero aspecto, vinculado con la mejora de la organización, se crea el Sistema estructural de mando operativo, con el fin de mejorar la seguridad y la eficacia de las operaciones en incendios de complejidad avanzada. Lo que se hace con este sistema es liberar de tareas secundarias al director técnico de extinción de cada fuego, reforzando su papel en la coordinación del dispositivo. Además, se establece la sectorización, en caso necesario, de los incendios, para gestionar con mayor eficacia los medios desplegados y las labores de extinción.
Seis cámaras más de vigilancia
Otra novedad del Pladiga 2022 tiene que ver con la vigilancia fija. Así, dentro de esta red se incrementan en seis las cámaras disponibles, en tres nuevas localizaciones, con lo que se alcanza la cifra de 148 unidades en 74 localizaciones. Estas cámaras cuentan con una tecnología de última generación, especialmente diseñada para exteriores y vigilancia forestal. En el campo tecnológico, se introducen nuevas funcionalidades en cuanto a la reconstrucción del fuego, aprovechando las más de 4.000 emisoras con las que cuenta el Servicio. Además, se pueden generar perímetros automáticos relativos a la superficie afectada, lo que permitirá predecir el potencial del fuego y tomar decisiones a la hora de focalizar los medios en los puntos y momentos clave.
Aplicación formativa
En este ámbito destaca también la creación de una nueva aplicación de formación, que provee un repositorio multimedia unificado con los cursos impartidos al personal del dispositivo de incendios, material didáctico de consulta asociado, circulares y comunicaciones de interés. Ofrece acceso por categorías y perfiles profesionales, con el fin de garantizar una accesibilidad personalizada en función de las necesidades de cada puesto de trabajo. Otra mejora introducida en el Pladiga 2022 tiene que ver con la modernización de los centros de coordinación, tanto del central, situado en Santiago, como del provincial de Ourense. Con respeto a la investigación de los fuegos, en este documento se hace por primera vez balance de la actuación de la Unidad de Investigación de Incendios Forestales (UIFO), que desde su creación -el pasado año- realizó ya un total de 242 diligencias de diverso tipo, entre las ellas varias relacionadas con la puesta a disposición judicial de presuntos incendiarios.
Parroquias de alta actividad incendiaria
En relación con las parroquias de alta actividad incendiaria, el Pladiga 2022 identifica un total de 35, cifra idéntica a la del año pasado, pero con el matiz de que 31 de ellas repiten respecto a la anterior campaña. Así, cuatro de estas parroquias salen del listado. Se trata de las de Ribasieira, (Porto do Son), Covas (San Cristovo de Cea), Soutipedre (Manzaneda) y A Ponte (A Veiga). Otras cuatro parroquias entran en el listado. Son las de Meiraos (Folgoso do Courel), A Gudiña (A Gudiña), O Pereiro (A Mezquita) y Calvos (Calvos de Randín). En cuanto a los medios humanos y materiales movilizados, estos se mantienen, en líneas generales, en valores semejantes a los de las últimas campañas. Así, el operativo está integrado en total por más de 7.000 personas, contabilizando tanto a los profesionales propios de la Xunta como a los adscritos a otras administraciones. Cabe destacar, en relación con el parque de maquinaria, la renovación de 13 motobombas del servicio, que integran un despliegue conjunto de cerca de 380 de estos vehículos. Además, están movilizados hasta 30 medios aéreos, aportados tanto por la Xunta cómo por el Estado.
En el apartado de la formación, se destaca como novedad la programación de una serie de encuentros en parroquias de alta actividad incendiaria. Iniciados durante el mes de junio, tienen como fin concienciar y sensibilizar a la población de estas parroquias sobre los daños que ocasionan los incendios y los riesgos que representan para las personas y para los bienes, tanto forestales como no forestales, y cómo deben actuar ante un fuego. Por lo demás, sigue vigente el plan de formación aprobado en el 2021 para el período 2021-2024. Conforme a esta planificación, en este año se están impartiendo un total de 29 cursos, especialmente dirigidos al personal del servicio, pero también a la población en general. Con respeto al Plan preventivo, la Xunta destina este año un total de 33,1 millones de euros a esta planificación, lo que supone incrementar su dotación cerca de un 13% respeto del ejercicio anterior. En total, con esos fondos está previsto actuar en más de 58.600 hectáreas de terreno y en 5.780 kilómetros de pistas forestales y otras vías. Además, en este plan también se establece como horizonte la construcción de 111 nuevos puntos de agua y la mejora de los 4.750 existentes. Esto supondrá actuar en un total de 4.861 puntos.
Un 75% de los municipios gallegos tienen ya aprobados o en tramitación sus planes antiincendios.
La Consellería do Medio Rural elaboró y entregó un total de 259 planes municipales antiincendios a sus respectivos concellos, de los cuales 186 ya están aprobados de forma definitiva. Hay que tener en cuenta que la elaboración de los planes municipales de prevención y defensa contra los incendios forestales -que exige la Ley 3/2007 de 9 de abril de prevención y defensa contra los incendios forestales de Galicia- son competencia de los concellos. Sin embargo, ante la dificultad técnica que tenían los municipios a la hora de elaborar dichos planes, la Xunta asumió este trabajo al amparo del convenio de protección de las aldeas, suscrito entre la Xunta, la Federación Galega de Municipios e Provincias (Fegamp) y Seaga en el año 2018 y al que están adheridos un total de 273 concellos gallegos.
En esta línea, cabe indicar que la Consellería remite un primer borrador del plan al concello pertinente para que sea analizado por el propio Gobierno local. Una vez obtenido el visto bueno, se le remite el documento final para su aprobación en el pleno municipal de cada uno de los concellos.
Con todo esto, en tres años se pasó de no haber casi ningún plan en Galicia a que hoy en día lo tengan -aprobado o en tramitación- cerca del 75% de los municipios gallegos.