De ellos, dos serán representantes del concello, dos miembros de la familia concesionaria, junto con Delfín Caseiro como representante externo.
El Concello de Parada de Sil constituyó hoy el consello asesor del Museo do Chocolate, integrado por cinco miembros, de los que dos serán representantes del propio concello (el alcalde y el concelleiro con responsabilidades en la materia), dos miembros de la familia cesionaria de las instalaciones y maquinaria de la Casa Museo, o las personas en quienes las partes deleguen si lo consideraran oportuno, junto con Delfín Caseiro como representante externo. El consello biene a documentar la cooperación existente entre el concello y la familia Casares desde el momento en que se gestó la iniciativa. Para ello fue incluido en un protocolo de colaboración entre ambas partes al amparo del artículo 47 de la Ley 40/2015, de régimen jurídico del sector público.
El documento recoge los canales de colaboración para la conservación, funcionamiento y promoción de la Casa Museo do Chocolate. Para facilitar esta labor, se añade un anexo que incluye un inventario de existencias aportadas por la familia y por el propio concello. Según el alcalde, Aquilino Domínguez, “con la firma de este documento le damos forma a la manera de funcionamiento como ya se venía haciendo desde la inauguración del museo. Lo que ahora se hace es establecer documentalmente el marco de colaboración y crear el consello asesor para compartir aportaciones y sugerencias que se puedan registrar en el futuro”. A esto, el regidor añade que “con el tiempo transcurrido, nos sentimos orgullosos de la evolución del Museo, convertido ya en un referente de la oferta turística de Parada de Sil”.
La Casa Museo do Chocolate de Teimende fue inaugurada en 2015, en la que había sido la fábrica de chocolate de la familia Casares, fundada y gestionada por la propia familia durante más de un siglo y cuyo último referente fue Ricardo Casares, fallecido en 2008. Después de permanecer cerrada varios años, las herederas cedieron al concello las instalaciones y la maquinaria para crear el único museo del chocolate de Galicia. Cada año recibe casi cuatro mil visitantes procedentes de los puntos más dispares de la geografía gallega, española y de otros países extranjeros.
