Gabriel Alén apuntó que a estos trabajos la Consellería de Cultura, Educación e Universidade destinó 12.705 euros.

El delegado territorial de la Xunta en Ourense, Gabriel Alén, se desplazó esta mañana al concello de Boborás para comprobar de la mano de su alcaldesa, Patricia Torres, el final de los trabajos de excavación y consolidación del Castro de Cameixa, en los que la Consellería de Cultura, Educación e Universidade invirtió en la edición de este año 12.705 euros.
Gabriel Alén explicó que los trabajos consistieron en la limpieza y desbroce, a raya arqueológico, de la vegetación de la zona de actuación y su entorno más inmediato, esto es, la parcela de actuación y el acceso a la misma. También se desarrollaron trabajos de excavación –destacó el representante del Gobierno gallego- con metodología arqueológica de un área de aproximadamente unos 100 m² que permitió exhumar parte de los restos arqueológicos descubiertos en las excavaciones de los años 40 del siglo pasado que posteriormente se diagnosticaron y las estructuras exhumadas fueron debidamente consolidadas. Por último también se llevaron a cabo trabajos de documentación fotográfica y planimétrica del área de actuación y de las diferentes fases.
El Castro de Cameixa se sitúa en el concello ourensano de Boborás, en concreto, en la parroquia de San Martiño de Cameixa, lugar de Cameixa. Se trata de un castro de obligada referencia en la bibliografía especializada puesto que fue uno de los primeros castros que se excavó con cierta metodología arqueológica (años 40 del siglo XX) y que aportó dataciones absolutas de C14 que permitieron replantear los distintos períodos de la cultura castreña.
Presenta dos recintos amurallados e incluso otro antecastro más exterior pero sin defensas bien definidas. Fue excavado en los años cuarenta del siglo pasado por Florentino López Cuevillas y Xaquín Lorenzo Fernández dejando a cielo abierto parte de un tramo de muralla junto con dos construcciones circulares y una cuadrangular. Fruto de la excavación se exhumaron restos cerámicos, pétreos, orgánicos (bellotas y legumbres carbonizadas) y metálicos que abarcan un espectro cronológico que iría desde el siglo VI a. C. hasta el I o incluso II d. C.
Desde el año 2018 se están llevando a cabo campañas arqueológicas anuales para la puesta en valor de dicho yacimiento: en 2018 se procedió a seleccionar la zona de excavación partiendo de los dibujos de Xaquín Lorenzo con motivo de localizar y exhumar los restos de estructuras que se registraron en las excavaciones de los años cuarenta, cuadriculando una zona de unos 100 m². En el año 2019 se procedió a seleccionar la zona de excavación cuadriculando una zona de unos 120 m² (excavando una superficie de 80 m²), y continuando con las ya excavadas en el año 2018. En el año 2020 se procedió a cuadricular unos 80 m² y se continuó con los restos estructurales encontrados en 2019.
El objetivo era por un lado, completar el cierre de la estructura cuadrangular que se superpone a la circular en el sector norte y por otro lado ampliar la excavación a una zona no excavada por X. Lorenzo con el fin de definir/comprobar datos estratigráficos y de materiales necesarios para seguir avanzando en la investigación de este yacimiento.
