Lo hizo en la entrega de diplomas a los participantes en los talleres "Pupas, sustos e outros Desgustos", en O Carballiño.
El delegado territorial de la Xunta en Ourense acudió al CEIP Calvo Sotelo de O Carballiño para participar en el acto de entrega de diplomas a los alumnos que asistieron al taller de primeros auxilios y educación para la salud «Pupas, Sustos e outros Desgustos», iniciativa de educación para la salud de Atención Primaria, en la que enfermeras de los distintos Centros de Salud contribuyen a formar a los niños de 3º y 4º de primaria, mediante simulación práctica y juegos, para perder el miedo y actuar, tanto en pequeños accidentes como emergencias.
El delegado territorial, tras felicitar a los promotores, monitores y participantes, subrayó la importancia de formar, jugando, a los más pequeños en este ámbito “ya que en algunas ocasiones puede salvar vidas, ya que aprenden cuándo y como alertar a los servicios sanitarios ante una emergencia y como actuar”. De este modo, a lo largo de la mañana los chicos que participaron en esta actividad recibieron una formación práctica, adaptada a su edad, para reconocer las situaciones de emergencia mas habituales, desde las más comunes -como golpes, cortes, quemaduras u otras heridas-, a otras de mayor gravedad, como un atragantamiento, convulsiones o falta de consciencia.
Gabriel Alén indicó que con el desarrollo de este taller en Ourense, “nos sumamos a las líneas marcadas por la Organización Mundial de la Salud, que pone en valor el papel de los niños ante una situación de emergencia, y anima a su formación como vía para salvar vidas, especialmente entre los más pequeños”. De hecho, la OMS sugiere el primer entrenamiento entre los niños de Educación Primaria, entre 6 y 12 años, precisamente entre los que se desarrolla el Pupas, Sustos e outros Desgustos.
El objetivo del taller es “empoderar” a los niños en su autocuidado y capacitarlos para que puedan reconocer y actuar ante una situación de emergencia, y también ante las pequeñas incidencias y accidentes, perdiendo el miedo ante situaciones de la vida diaria.
De los Centros de Salud a los Educativos
Este taller, promovido como una actividad comunitaria más en el marco de las funciones de la atención primaria, por parte de un grupo de enfermeras del área Sanitaria de Ourense, Verín y O Barco de Valdeorras, dirigidas por la Supervisora del área de Crónicos , Verónica Civeira.
Desde su inicio, en el curso 2017-2018, precisamente aquí, en la comarca de O Carballiño, Pupas Sustos e Outros Desgustos llegó a 65 centros educativos de la provincia y contó con la participación de casi 3.000 niños. En este reinicio está programada ya la visita al CEIP Castrelo de Miño, CPI Virxen da Saleta de San Cristovo de Cea y CEIP O Ruxidoiro, con el obxetivo de llegar este año a los 112 centros de educación primaria de la provincia.
Prácticas con simulación de situaciones reales
Los talleres tienen una duración de dos horas, divididos en dos módulos, con una breve proyección y explicación inicial, para a continuación realizar ejercicios prácticos en grupo. El primer módulo se refiere a “ pupas e sustos de cada día” como fiebre, diarrea y vómitos, golpes y hematomas, heridas, cortes, sangrado por la nariz, sustancias en los ojos, quemaduras y recomendaciones para mantenerse sanos. El segundo incluye el capítulo de “sustos y grandes desgustos” donde se les orienta a reconocer estas situaciones, al tiempo que se les traslada la importancia y la manera de alertar a los servicios sanitarios, así como a reconocer y actuar ante el atragantamiento, convulsión o inconsciencia de una persona. También, ante el supuesto de una persona inconsciente, los chicos practican por parejas como comprobar el nivel de consciencia y respiración, además de cómo posicionarlo e iniciar las maniobras de resucitación cardio pulmonar, ganando tiempo hasta que lleguen los servicios de emergencia. Para evaluar los conocimientos adquiridos se realiza una encuesta previa y posterior al curso y los resultados son muy positivos en el conjunto de situaciones. Según estas consultas, el pasado año tras participar en el taller el 96,13% de los niños conocían el teléfono de emergencias, mientras que el 86,40% sabían reaccionar ante un atragantamiento.