El nuevo sistema sustituirá a los bolardos, que originaron 1.698 siniestros desde su instalación en 2004.
El Concello de Ourense adjudicará en las próximas semanas el contrato para la instalación de un nuevo sistema de control de acceso de vehículos a la zona peatonal del casco histórico de la ciudad. Así lo avanzó esta mañana el alcalde de Ourense, quien explica que este nuevo sistema, basado en la utilización de cámaras, supondrá una sustancial mejora con respeto al anteriormente existente, formado por bolardos, y que dio lugar a un total de 1.698 siniestros viarios en la ciudad desde su entrada en funcionamiento, en 2004, hasta que, por orden del alcalde, dejó de funcionar en febrero de 2020.
Un informe de la Policía Local de Ourense da cuenta de que la cifra anual superó los 100 siniestros durante los 6 primeros años: 190 en 2004, 185 en 2005, 141 en 2006, 125 en 2007, 120 en 2008 y 135 en 2009. Desde 2010 hasta 2019, último año completo en que funcionaron, osciló entre un máximo de 100 en 2015 y un mínimo de 51 de 2018). El informe analiza con más detalle los siniestros registrados desde 2014. Explica que el 95.57% de los accidentes se produjeron porque la persona conductora del vehículo no respetó la luz roja semafórica (292), porque intentó acceder o abandonar la zona peatonal tras un vehículo autorizado (68) o porque hizo un mal uso de la tarjeta. También destaca 12 casos por sistema TAG defectuoso.
El día 26 de febrero de 2020 se bajaron los bolardos, y desde ese momento solo se utilizan en ocasiones puntuales. El concello ultima la adjudicación del contrato para el suministro del nuevo sistema. Incluye la instalación, servicio de mantenimiento y formación de personas usuarias de un sistemas de cámaras de control de accesos a la zona peatonal del Casco histórico, cámaras de control de tráfico en rotondas y radares de control de velocidad del tráfico.
El contrato tiene un presupuesto de 796.781,88 euros más IVA, y está financiado parcialmente con fondos procedentes del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, financiado por la Unión Europea a través del Fondo Europeo de Recuperación Next Generation EU, al amparo del Programa de ayudas a municipios para la implantación de zonas de bajas emisiones y la transformación digital y sostenible del transporte urbano.