El concello decide suspender la ORA y mantiene servicios mínimos en autobuses urbanos, servicio eléctrico, suministro de agua y de vías.
Se cierra el registro que se sustituye por la asistencia telemática.
El concello de Ourense adopta nuevas medidas ante el estado de alerta decretado por el gobierno central por el coronavirus, entre las que se encuentran la suspensión de la ORA, el sistema de control de aparcamiento en diferentes calles de la ciudad y para ello se procederá al precintado de la máquinas expendedoras de los tickets, durante el tiempo que se mantenga la situación de alerta.
En este sentido, el alcalde comunicaba que las denuncias formalizadas en la jornada del sábado, no se tramitarán, por lo que todas aquellas personas que se encontraron nos sus automóviles con tickes sancionadores no deben hacer nada ya que las denuncias “no se tramitarán”.
Otra de las medidas acordadas están relacionadas con el servicio público de transporte. En este sentido, las líneas de autobuses urbanos se reducen a 11, garantizando los desplazamientos al centro hospitalario de Ourense y también al área metropolitano, además de aplicarse un nuevo horario, que será el que está vigente los domingos.
En cuanto el servicio de taxis, el alcalde anuncia que se reducirá un 30%, con servicios mínimos, lo que conlleva que en la tarde-noche halla 2 o 3 taxis en las principales paradas.
En cuanto al funcionamiento del concello, el alcalde Gonzalo Pérez Jácome, comunica el cierre del registro de forma presencial y que se pondrá en marcha un asistente telemático y que, por lo tanto «no se debe acudir al concello a realizar ningún tipo de tramite administrativo”.
Por otra parte, el concello de Ourense mantendrá servicios mínimos cómo el de la grúa, así como el servicio eléctrico para atender cualquier tipo de averia, junto con el mantenimiento de vías públicas en la medida de lo posible.
El alcalde recuerda que “seguiremos trabajando, dentro de todas estas limitaciones para adoptar todas las medidas que sean necesarias para garantizar la calidad de vida de los vecinos”, además de reiterar el mensaje de que “sí no es necesario, deben quedarse en casa”.