La medida rebajaría una media de 60 euros el recibo del impuesto
El alcalde de Ourense, Gonzalo Pérez Jácome, firmó una providencia instando a iniciar los trámites para reducir en un 40% el impuesto sobre vehículos de tracción mecánica (IVTM), más conocido como impuesto de circulación.
Para que pueda ser efectivo en 2022, el regidor subrayó que esta modificación fiscal deberá exponerse al público y llevarse a pleno en este 2021, “preferiblemente en el mes de julio”. Con esta medida, el concello de Ourense dejará de recaudar 2 millones de euros anuales, pero cada propietario de vehículo ahorrará una media de 60 euros en el recibo anual.
El grupo de gobierno espera el apoyo plenario de los grupos y de los concelleiros “para una bajada de impuestos que aliviará los bolsillos de los ciudadanos en época de crisis, cuando todo es poco para ayudar a las economías domésticas”, dice Pérez Jácome. “La reducción del malgasto del dinero público que perseguimos”, afirma el regidor, “debe combinarse con la reducción de la presión fiscal, en este caso municipal”.
“Se puede y se debe reducir el impuesto”, señala, “y es el momento de que el ciudadano tenga más dinero en su bolsillo y no los bancos”. “Además”, añade, “eliminaremos el dumping fiscal que ejercían otros concellos para captar censo”.
Pérdida de censo.
El IVTM, en opinión del alcalde ourensano, es un impuesto que provoca la fuga de contribuyentes: vecinos que buscan un concello, normalmente de esta provincia, cuyo tipo impositivo sea sensiblemente menor y les suponga un ahorro. “Está fomentándose de esta forma la picaresca censal”, denuncia. “Este éxodo no se limita a la pérdida de ese tributo únicamente, se pierde además un ciudadano o mismamente una familia entera de nuestro censo, con la consecuente pérdida en la parte proporcional de transferencias o inversiones de las administraciones supramunicipales”, dice.
“Sin entrar a considerar otros elementos que posiblemente merecerían otro debate, el hecho de que por el mismo vehículo se abonen distintas cantidades en función del municipio donde se esté censado, es un hecho que no se llega a entender muy bien por parte del ciudadano”, sopesa Pérez Jácome. Y es que el IVTM se rige por lo establecido en la Subsección 4ª del Real Decreto Legislativo 2/2004 de 5 de marzo , por el que se aprueba el texto refundido de la Ley Reguladora de las Haciendas Locales. “En este concello el coeficiente de multiplicación sobre la base establecida ronda el ratio del 1.7 -varía según los caballos fiscales-. Los concellos pueden incrementar las cuotas hasta un máximo de 2 o reducirlas al ratio mínimo de 1”, explica.
La actual recaudación por este concepto tributario ronda los 5 millones de euros, y con esta reducción los ourensanos tendrán 2 millones de euros más en sus bolsillos.
Además de la compensación económica para las economías domésticas, el grupo de gobierno persigue un aumento del censo al tiempo que un alivio de la presión fiscal sobre la ya de por sí denostada economía de los ciudadanos empadronados en la ciudad. “Debería contribuir al retorno de gran parte de los ‘exiliados fiscales’ y, con ellos, los recursos tributarios huidos”, sopesa Gonzalo Pérez Jácome, “pero sobre todo nos animaría a recuperar la justicia contributiva paliando la picaresca que el actual sistema promueve con su falta de armonización fiscal”, sentencia.