Son varios los informes que aconsejan la declaración de zona de emergencia.
El alcalde del Concello de Castrelo de Miño, Avelino Pazos (PP) decretó este martes la situación de emergencia por causa de los niveles de arsénico en la ETAP de Coto Novelle, según informa el propio Concello de Castrelo. El alcalde dice haber tomado esta decisión «basándose en los informes técnicos aportados por AquaOurense», que recogen la problemática reiterada existente en el concello y recomiendan que se adopten medidas urgentes para corregir la situación de los altos niveles de arsénico. Una situación que, recuerda el Concello, llevó en los últimos cuatro meses a restricciones de agua potable de la captación de Coto Novelle.
Para tomar esta decisión, el regidor de Castrelo alude a «diversos requerimientos de la Jefatura Territorial de Sanidad donde se ponen de manifiesto los elevados niveles de arsénico en la ETAP de Coto Novelle», así como las analíticas aportadas por AquaOurense correspondientes a los años 2019, 2020 y 2021, las continuas restricciones en el suministro de agua para el consumo humano en los pueblos de Barral, Nogueiredo, O Pazo, Rial, Santa María, A Costa, O Toledo, O Padreiro, Paradela y A Ponte y el hecho de tener que suministrar agua potable al vecindario mediante garrafas.
El regidor municipal reconoce que los problemas persisten desde hace dos años, creando situaciones difíciles para el vecindario. Lo que asegura Avelino Pazos haber trasladado a la Xunta de Galicia, y que ha desembocado ahora en que la Consellería de Infraestruturas, a través de Augas de Galicia, se haya comprometido a buscar un «arreglo definitivo que propicie el suministro de agua potable de calidad a todos los vecinos». La Xunta de Galicia se compromete a redactar el proyecto constructivo de las obras que corrijan el problema de una forma definitiva, para lo que se tomará como base el estudio de alternativas ya elaborado por Augas de Galicia.
Más concellos con aguas con arsénico sobrepasado: Chandrexa de Queixa
La situación que se viene produciendo en Castrelo de Miño desde hace ya meses no es ni única ni exclusiva de este concello en esta provincia. Con la diferencia de que mientras en Castrelo de Miño la oposición sí se ha hecho notar y no ha parado de reclamar al Gobierno y a Avelino Pazos solucionar el problema, en concellos como Chandrexa de Queixa apenas se hace notar.
Los niveles de arsénico en este concello están también por encima de lo permitido, y los problemas aquí repercuten en la propia capitalidad del municipio, Celeiros, y en otros núcleos de población próximos a este. Desde hace meses el Concello ha desaconsejado el consumo del agua de la traída ni su empleo en las cocinas de los hogares, sin que el Gobierno municipal pase ofrecer a los afectados la compra de agua en garrafas que el Concello de Chandrexa de Queixa dice estar dispuesto a sufragar.