Desde el 1 de octubre pasado, ni la situación ha cambiado ni PSOE y BNG cambian de postura.
Al parecer, la reunión de los portavoces de los grupos municipales presentes en el concello de Ourense, de la mañana de este lunes en el consistorio de la ciudad, solo sirvió para constatar que la construcción de la proyectada residencia de mayores de la Fundación Amancio Ortega depende más de la Xunta de Galicia que del Concello de la ciudad. A su conclusión, el alcalde, Gonzalo Pérez Jácome, afirmó que «la pelota está ahora en el tejado de la Xunta o en el del PSOE y BNG, que están bloqueando la ciudad». Nada nuevo tras una reunión que solo puede calificarse de infructuosa.
Convocada por el alcalde, dicha reunión habría sido propuesta por el grupo del PP, según indica Pérez Jácome. Sin que la situación de los terrenos de la Estación de O Pino hubiera cambiado desde el tercer intento de aprobar su cesión en el Pleno de octubre pasado, el Gobierno solo pudo constatar la negativa de PSOE y BNG a propiciar un acuerdo plenario, es decir, su cambio de voto. Con lo cual, el propio alcalde señaló que «quedó claro que hay dos vías: alcanzar un acuerdo del Pleno, o que la Xunta de Galicia aplique la Ley 3/2016 que permitiría construir ese equipamiento sin necesidad de acuerdo plenario». Y en ambos casos, añade Pérez Jácome, «la Fundación Amancio Ortega financiaría completamente las obras».
De lo estéril de la reunión, de que la situación no ha cambiado y de que la salida ya es de sobra conocida, da cuenta lo que el 7 de octubre pasado hizo el propio regidor municipal, cuando dirigió un escrito al presidente de la Xunta solicitándole formalmente que aplique dicha ley de medidas en materia de proyectos públicos de urgencia o de excepcional interés es decir, la Ley 3/2016. Ley que, curiosamente, ya fue invocada desde la Corporación ourensana, cuando en marzo de 2018 el por entonces portavoz del PSOE, José Ángel Vázquez Barquero, aludió a ella para impulsar el Plan de Urbanismo que a día de hoy sigue sin ver la luz.
