Los sindicatos denuncian salarios de miseria, sobrecarga de trabajo, cambios en los calendarios y falta de tiempo para prestar una atención de calidad.

La CIG, CCOO y UGT anunciaron hoy la convocatoria de una jornada de huelga para el próximo 18 de marzo en las residencias de mayores y en los centros de día privados de Galicia ante la negativa del empresariado a finalizar con la elevada precariedad que padece el personal del sector. Los sindicatos denuncian salarios de miseria, sobrecarga de trabajo, cambios en los calendarios y falta de tiempo para prestar una atención de calidad, y que además, la patronal sigue negándose a negociar un convenio colectivo que ponga fin a la “situación insostenible” en la que se encuentran más de 10.000 trabajadores en el conjunto del país.
Una representación de cada una de las tres centrales compareció esta mañana en rueda de prensa para explicar los detalles de la decisión.
Los responsables sindicales explicaron que a raíz de la emergencia sanitaria provocada por la pandemia del coronavirus la “grave situación” que padecían los trabajadores en la mayoría de las residencias de la tercera edad se convirtió en “insostenible”, con salarios de miseria, sobrecargas de trabajo y falta de tiempo para prestar una atención de calidad a las personas usuarias. Además, este personal, integrado en su mayor parte por mujeres, tiene que soportar cambios continuos en los calendarios, falta de valoración psicosocial y modificaciones constantes en los protocolos y en los criterios de seguridad. “Y por si fuera poco, dicen, la patronal se niega a negociar un convenio digno”. Por eso consideran que es el momento de reactivar la negociación colectiva y desbloquear este conflicto “para poner arriba de la mesa el esfuerzo y el sacrificio de los empleados durante toda la pandemia y exigirle a la Xunta y a la patronal el reconocimiento económico y social que merecen”.
En consecuencia, las tres centrales acordaron convocar una jornada de huelga el viernes 18 de marzo “frente a la falta de voluntad de negociar un convenio digno por parte de la patronal y ante la inacción de la Xunta”. El anterior acuerdo laboral caducó en 2019, por lo que el personal del sector continúa con los sueldos congelados desde entonces, hasta el punto de que hay categorías laborales con salarios por debajo del SMI.
Al mismo tiempo, inciden en que no se trata de un “simple conflicto laboral” entre los trabajadores y la patronal, sino una “cuestión social” que afecta a toda la sociedad gallega, porque entienden que está en juego la atención y el cuidado de las personas mayores. “El derecho a un servicio de cuidados de calidad y la prestación de cuidados en condiciones dignas están siendo vulnerados y no podemos mirar para otro lado”. Critican que la Xunta de Galicia convirtiera los cuidados en un negocio que permite que “las empresas privadas que gestionan servicios públicos financiados con dinero público estén obteniendo enormes beneficios económicos a costa de la explotación salvaje de los trabajadores y de la mala calidad del servicio”.
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