La muestra, que se prolongará hasta mediados de marzo, expone un centenar de aparatos radiofónicos.

El Centro Comercial Ponte Vella ofrece desde hoy y hasta mediados de marzo la posibilidad de visitar una exposición de aparatos radiofónicos antiguos que forman parte de una de las mejores colecciones de dispositivos de esta índole. La muestra es una selección de la colección particular del ourensano Severino Bermello Puga, integrada por casi cuatrocientas piezas. Los aparatos, estarán expuestos en una zona de la segunda planta del CC Ponte Vella.
Severino Bermello, natural de Touza, Maside; ha ido adquiriendo y reparando estos aparatos durante 60 años hasta reunir casi cuatrocientos, siempre con el objetivo de que funcionasen correctamente. La exposición ofrecerá a los visitantes una experiencia que evocará múltiples recuerdos además de mostrar visualmente gran parte de la historia de la radiofonía a través del tiempo con sus principales avances tecnológicos.
Se trata, en definitiva, de una colección cosmopolita en la que conviven aparatos de la más variada procedencia, fruto de muchos años de adquisiciones y reparaciones: Suecia,
Dinamarca, Argentina, Brasil, USA, Cuba, Rusia, Canadá, Noruega, Francia, etc.
El aparato más antiguo de la exposición data de 1924: una de las primeras radios de
lámparas, que tenían la peculiaridad de que debían ser escuchadas a través de auriculares. Las restantes piezas expuestas muestran la evolución de la tecnología radiofónica desde su nacimiento hasta la década de los sesenta.
Con esta exposición, el público visitante podrá disfrutar de un viaje en el tiempo dentro del mundo radiofónico y contemplar de cerca -y escuchar, en algunos casos- radios de galena: las más rudimentarias y antiguas pero con alta calidad de sonido, nítido y exento de
perturbaciones al no necesitar alimentación de corriente ya que bastaba con una buena
antena y una toma de tierra para poder escucharla. La muestra se completa con gramófonos y tocadiscos, algunos de ellos «portátiles» -en maleta-, con radio integrada, que sirvieron para amenizar los míticos guateques en los años 60. Algunos de los equipos de la exposición llevan incorporados los altavoces de la época, muy aparatosos pero que proporcionaban un sonido de gran nitidez.
Uno de los aparatos más antiguos expuestos es un dictáfono inventado en 1881 y
antecesor directo del fonógrafo (Edison, 1877). Se trata de los primeros inventos
capaces de grabar y reproducir sonido a través de cilindros de cartón y posteriormente de cera. Se utilizaba para grabar discursos y conversaciones de voz para después
reproducirlas y así poder transcribirlas.
Pero, sin duda, la mayor vistosidad de la muestra la proporcionan los altavoces, que no
formaban parte de los aparatos de radio sino que eran un accesorio, una trompa que se incorporaba a la radio para obtener una mayor resonancia. Se exponen así singulares diseños de estos accesorios (algunos de aspecto simple y otros más elaborados) convertidos entonces -y aún hoy en día- en un singular objeto decorativo.
Durante el tiempo que dure la exposición -hasta mediados del mes de marzo- y en determinados días y horas, el propietario de la exposición acompañará a los asistentes en ese recorrido por la historia radiofónica y compartirá con ellos el funcionamiento de algunos de los aparatos más antiguos y las anécdotas que les rodean.
Tres joyas con historia
Entre las casi cuatrocientas piezas de esta colección particular, al menos tres de ellas han
sido testigos singulares de la historia. Las tres funcionan y están expuestas en el
Centro Comercial. Una de ellas, un aparato de radio fabricado en los años 40, fue utilizado por los guerrilleros de la UNITA -que luchaban por la independencia de Angola- en uno de sus campamentos para seguir las noticias. “Uno de los mercenarios la trajo y se la compré”,
explica Severino. Otra de las piezas con historia es una lámpara de una emisora que utilizaba la Guardia Civil en A Coruña para transmitir los partes de guerra. Cuesta unos 900 euros y está en perfecto estado. La tercera de las piezas más especiales expuesta es una radio Philips que se fabricó en Holanda con destino exclusivo al mercado ruso, una de las rarezas del comercio internacional durante la Guerra Fría.