Votada punto por punto, tan solo se cayó la compra del complejo Bamio. Y esta vez sin tener que acudir a la cuestión de confianza.

No llegó ni a las dos horas. Al filo de las tres de la tarde, concluyó el Pleno extra de aprobación de la segunda gran modificación presupuestaria del mandato de Pérez Jácome como alcalde de la ciudad. Si la primera, la del año pasado por estas fechas, fue más complicada y precisó vincular su aprobación a la cuestión de confianza al alcalde, esta incluso distanció a BNG y PSOE como no había ocurrido en lo que va de mandato.

El alcalde ya tiene su segunda gran modificación presupuestaria, aunque del paquete de partidas por aprobar se cayeron los 770.000 euros, (500.000 al desglosar gastos, según precisó Jácome) del lote 16P en el que figuraba la compra del recinto deportivo Bamio que no contó con el respaldo de sus socios del Partido Popular. De modo que la modificación presupuestaria se queda en los 49.980.759,19 euros, en vez de los 50,75 millones inicialmente previstos. Visto lo complejo de la votación, el que tan solo se cayera un punto del Orden del Día, para Jácome es algo perfectamente asumible, teniendo en cuenta que se evita tener que recurrir a una más que incierta cuestión de confianza, y que le convierten en el alcalde de esta ciudad que ha movilizado más dinero de los fondos propios del Concello de Ourense, con unos 112 millones de euros en dos operaciones de este tipo para movilizar en la recta final de este mandato.

El Gobierno municipal dispuso en esta sesión de dos votos más de los 11 que suman los 7 del PP y los 4 de DO, los del concelleiro de Ciudadanos, Pepe Araújo, y el no adscrito, Laureano Bermejo. En definitiva, el Pleno de esta mañana ha dejado patente que la inmediatez de las municipales de mayo del año que viene, ha jugado a favor del Gobierno y, sobre todo, en contra de la oposición: al primero le han surgido adhesiones lo contrario que a la oposición.

Además del voto de Bermejo a favor de la mayoría de las propuestas del alcalde, la gran sorpresa llegó para el grupo socialista cuando Luis Seara del BNG, anunciaba que su formación antepondría a la hora de votar el interés de la ciudad, algo que Rafa Villarino reprochó a los nacionalistas por el a su entender «blanco nuclear» sin parangón que iban a deparar al Gobierno de Pérez Jácome. Nunca algo así había surgido entre ambas formaciones en lo que va de mandato. Y que acabó de rematar a renglón seguido el portavoz socialista cuando interpretó la ausencia de la concelleira Ruth Reza con el augurio de que «es para enfermar con lo que hoy pasa aquí».

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