Todo apuntaba a un posible acercamiento, hasta que Avanza se echó fuera de la convocatoria.

Poco después de las seis de la tarde de este jueves, Urbanos de Ourense hacía pública su negativa a celebrar la reunión prevista para la mañana del viernes, en la que patronal y representantes de los trabajadores intentarían desbloquear la negociación del convenio colectivo y, con ello, resolver la huelga indefinida que se inició el pasado martes. La empresa del Grupo Avanza denuncia «nuevos ataques violentos a los autobuses producidos en la última jornada», la de este jueves, por lo que «no se llevará a cabo la reunión entre las partes prevista para mañana».
La empresa aludía en un comunicado la «rotura de lunas, pinchazos de neumáticos, rotura de manguitos y manipulación de matrículas que dejaron inutilizados varios vehículos», para establecer que, «mientras continúen estos graves ataques, no hay posibilidad de diálogo». Tras lo cual señala que «la Empresa solicitará la labor de mediación externa a través del AGA, órgano dependiente del Consello Galego de Relacións Laborais», al igual que ya ocurrió en una reunión anterior que tampoco sirvió para resolver el conflicto laboral reponiendo la mesa de negociación.
La empresa Urbanos de Ourense califica los ataques de esta jornada como «una medida totalmente desproporcionada, que carece de justificación», y asegura que Avanza cumple «con todas las condiciones de los trabajadores recogidas en el Convenio Colectivo» actualmente vigente, mientras apela a la responsabilidad del Comité, al que pide «que abandone la violencia y se comprometa a resolver esta situación de conflictividad desproporcionada».