Avanzan más las críticas a Jácome por el empujón a una sindicalista, que las negociaciones en clave laboral.
El segundo día de la huelga indefinida de los trabajadores del transporte urbano de la ciudad, transcurrió sin avances y sumida en el vendaval político surgido por el empujó del martes del alcalde a la sindicalista de Comisiones Obreras, Lola Panero. El incidente no solo marco el inicio de la jornada, sino el discurrir de toda ella y augura todavía más proyección. Con esto, los primeros compases de esta segunda jornada estuvieron marcados por los problemas para cubrir algunas de las 19 líneas para las que el Concello ha dispuesto servicio mínimos, si bien este miércoles fueron menos que los de la primera jornada, notándose por las calles de la ciudad la circulación de un mayor número de buses que en el día anterior.
Según el Concello, solo 5 líneas, las 9, 13B, 18, 19 y 26 tuvieron problemas a primeras horas de la mañana, derivados de «los ataques sufridos en los vehículos», según señalaba el Concello. Posteriormente, el presidente del Comité de Empresa, Daniel Fernández, denunciaría también que algunos problemas no tienen nada que ver con la huelga, como los de algún vehículo que tuvo que volver a la nave de la empresa por tener la ITV sin pasar.
El Comité de Empresa se desmarca del boicot a los autobuses
El presidente del Comité de Empresa se desmarcó este miércoles de todas las acciones llevadas a cabo para dañar los autobuses y evitar su funcionamiento, en la mayoría de los casos pinchazos de ruedas, rotura de algunas lunas y averías en los bombines que accionan las puertas. Según Daniel Fernández, «no estamos de acuerdo con esos actos», si bien «no sabemos nada», añadió.
Aseguró que, no obstante, el Comité no puede permitir que los autobuses cubran las líneas con desperfectos como roturas en las lunas, y advirtió de otros problemas que son ajenos a los trabajadores como el hecho de que este miércoles la Policía Local denunciara a un microbús por pretender prestar servicio con a ITV caducada. Más allá de la concentración de protesta de las 10 de la mañana y la vertiente política surgida a raíz del mencionado incidente del martes, la segunda jornada no ha logrado reponer, siquiera, la mesa de negociación entre empresa y trabajadores.
De este modo, se confirmó lo adelantado ayer al respecto: que la empresa declinaría la propuesta del alcalde de reunirse este miércoles mientras no cesen los daños a los autobuses, según respondió el Grupo Avanza. «Una excusa más para dilatar los tiempos», señalaba el presidente del Comité de Empresa. Que, añadía, «Mañana va a ser por la guerra de Ucrania».
El alcalde fija una reunión empresa-trabajadores la mañana del viernes
Este miércoles, el alcalde de la ciudad anunciaba tras reunirse con la concesionaria del servicio, que la empresa se reunirá con los representantes de los trabajadores la mañana del viernes, día 6. «Básicamente les dije que es necesario avanzar para concluir la huelga cuanto antes y llegar a un acuerdo, y conseguir que se reúnan con los trabajadores, en principio este viernes». Pero hay una condición, señala Pérez Jácome: «que no haya sabotajes en los autobuses, que son propiedad del Concello», señaló el alcalde.
En la reunión estarán solo empresa y representantes de los trabajadores, «no participarán políticos», precisó el alcalde. Si bien, añade Pérez Jácome, «desde el gobierno municipal estaremos atentos a una próxima solución. Sino intervendríamos nosotros directamente».
CC.OO. dice que denunciará a Jácome por lo penal por el incidente con la sindicalista.
El sindicato Comisiones Obreras anunció este miércoles que presentará denuncia penal contra el alcalde de la ciudad, Gonzalo Pérez Jácome, por el incidente de la mañana del martes a la entrada del consistorio, «empujón», según el regidor, «agresión», según el sindicato. Así lo anunció la secretaria xeral de CC.OO. en Galicia, Amelia Pérez, que concretó que dicha denuncia se presentará este jueves o el viernes, «lo más tardar».
La responsable del sindicato en Galicia dice no tener ninguna duda de que fue una agresión a la sindicalista, al sindicalismo y a los derechos de los trabajadores, por lo que «no solo fue la agresión a Lola». Y junto a este aspecto del caso, apuntó la posibilidad de que la denuncia podría incidir también en las dudas que el alcalde arrojó sobre la labor y la trayectoria de la sindicalista a la que cuestionó en el video emitido por el propio Pérez Jácome posteriormente: «Lola Panero no es una liberada que no trabaja, como dijo el alcalde, sino una funcionaria de la Administración general del Estado, a la que habéis conocido todos en las movilizaciones y que se ha ganado un respeto».
