Los nacionalistas dicen que la alcaldesa ocultó los resultados de dos analíticas.

La alcaldesa del concello de Ramirás, Isabel Gil, del PSOE, ocultó a la Corporación municipal y a los vecinos los resultados de dos analíticas realizadas a finales del mes de junio de este año que detectaron concentraciones de arsénico superiores al nivel recomendado por la OMS (Organización Mundial de la Salud) para agua de consumo humano en aguas procedentes del depósito de A Pereira, en la parroquia de Paizás, captadas del río Tuño y que dan servicio a unos 300 vecinos en las parroquias de Freás, Mosteiro, Paizás y Vilameá, entre otras.
Según las muestras recogidas en las instalaciones del concello, denuncian los nacionalistas, el día 25 de junio y analizadas en el Laboratorio del Colegio de Farmacéuticos de Ourense, los niveles de arsénico en el agua de la traída eran de 10,1 y 14,1 μ g/ l ( microgramos por litro), cuando el límite recomendado por la OMS es de 10 μ g/ l.
Las analíticas fueron encargadas a la Farmacia Ortega, de Vilavidal, y abonadas por el concello de Ramirás tal y como figura en una factura a la que tuvo acceso el concelleiro del BNG, Marcos Meléndez Alonso, quien solicitó acceder al expediente de la gestión de aguas de este año, quien apunta que entre la documentación presentada por el concello no encontró los resultados de los análisis, por lo que en el pleno de 30 de julio exigió una copia del expediente completo.
Durante la revisión del expediente en el concello, Marcos Meléndez dice que pudo comprobar la existencia de dos informes, uno de la Confederación Hidrográfica Miño-Sil y otro de Aprovechamientos Hidráulicos Gallegos, la concesionaria de tres presas en el Tuño, en los que se daba noticia de niveles de arsénico por encima del límite legal en agua para consumo humano. En concreto, el estudio de la CHMS, remitido al concello de Ramirás con fecha de 13 de julio de este año, señalaba que 9 de los diez puntos de control en el río Tuño, presentaban niveles superiores a los 10 μ g/ l. También el estudio de la concesionaria, entregado el 20 de julio, reconoce “ concentraciones de arsénico próximas a los límites legales para aguas de abastecimiento”.
“Isabel Gil tiene un problema con el abastecimiento» -explica Marcos Meléndez-. quien reitera que durante la campaña electoral de las municipales de 2019 la alcaldesa hizo bandera de esta cuestión y llegó a acusar al anterior gobierno local de estar envenenando a la población y colocó carteles con calaveras.
El BNG de Ramirás considera que el gobierno municipal, muestra una absoluta incompetencia, que hereda ya desde que Isabel Gil estaba en la oposición, “escupió para arriba cuanto quiso, y ahora le cae en plena cara”, dicen. 

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